Reseña Gastronómica: Banzai Sushi & Salad´s

Buscando una opción diferente para cenar, fui por primera vez al restaurante Banzai Sushi & Salads después de haber visto sus platillos en su página de Facebook lograron engancharme de lo bien que se veían, llegue a la plaza donde se ubica y estaba demasiado tranquilo como un martes en la noche común, el restaurante está ubicado en un segundo piso, para mi buena fortuna la plaza cuenta con elevador, si te sientas afuera en la terraza la vista es muy agradable y dentro del restaurante todo es muy acogedor, quiero resaltar que tanto las sillas como las mesas son muy cómodas y desde el primer momento se augura una buena velada, podría ser un excelente lugar para una reunión con amigos o una cita romántica.


Apenas llegamos (cabe aclarar que iba acompañado de mi novia) tomamos asiento y rápidamente fuimos recibidos por una amable señorita que nos entregó el menú, un menú con gran variedad de platillos, muy fácil de entender donde la mayoría eran platillos en crudo, con solo ver la descripción se antojaban y entraron en mi los pensamientos de gordo queriéndome comer todo lo que ahí se ofrecía, más aun con los precios tan accesibles entradas desde $50 hasta platillos de $120 promedio por persona. 

Mi novia se decidió por pedir de entrada chiles caribe rellenos y yo una tostada de pulpo (siempre donde haya pulpo lo comeré) como plato fuerte eligió una Banzai Ball (bola de arroz rellena de ensalada Tampico), por mi parte elegí unos Camarones Phila (camarones rellenos de queso crema empanizados), aunque estaba bastante indeciso el aderezo de cilantro en los camarones fue el que me convenció, de tomar decidimos compartir una jarra de té. Estábamos ya a la espera cuando nos informaron que NO HABIA chiles para la entrada, entonces decidió cambiarla por Kushi Age (brochetas de queso) pero tampoco había, resignada escogió las brochetas de pollo.


Lo primero que recibimos fue la típica salsa de soya preparada acompañada de chile serrano y el rabo de la cebolla cambray (sustituyendo el cebollín), me declaro culpable que a donde voy y me ofrecen esta salsa me la acabo incluso antes de que me traigan la comida pero aquí no fue así, no me gusto, tenía un sabor un poco distinto a las que había probado en otros lugares, sabía mucho a agua y no se mejoró ni poniéndole chile.

Al poco tiempo también nos trajeron el té con su respectivo hielo aparte, una jarra bastante grande (5 vasos aproximadamente), creo que aquí mi opinión no puede ser tomada como un hecho, ya que cada restaurante tiene una receta de té helado diferente, muchos mantienen un sabor parecido, pero aquí el sabor del té era diferente, extraño, si era refrescante pero a mi parecer no era bueno tenía un sabor a hierba muy pronunciado, pero como he dicho en gustos se rompen géneros y me imagino que habrá gente que le guste este tipo de té. 



Después de aproximadamente 30 minutos desde que llegamos nos sirvieron nuestras entradas (un buen tiempo considerando que hubo cambios en nuestro pedido como anteriormente lo comente) visualmente la tostada de pulpo se veía muy apetitosa, la manera en que venía servida era muy llamativa, la tostada constaba de 5 partes: la tostada, un aderezo, el pulpo, pepino y una salsa con la que iba bañada todo, los sabores combinaban perfectamente ninguno sobresalía del otro, todos conformaban una armonía muy sabrosa, lo único malo y creo que es un error bastante común en la mayoría de los restaurantes es el cocimiento del pulpo, la textura de mi pulpo en este caso era chiclosa (evidentemente por una cocción prolongada de la materia prima) y es que si vamos a ofrecer un platillo donde el ingrediente principal sea el pulpo pues hay que poner bastante atención a su cocción, vuelvo a repetir el sabor en conjunto era bueno, pero la textura al final de cuentas opaco todo el encanto visual.

Las brochetas de pollo teriyaki dejaron mucho que desear venían acompañadas de un arroz blanco muy sencillo sin más que decir, el pollo además de que era poco, estaba reseco y falto de condimentos y la salsa teriyaki puesta a cuenta gotas no ayudo mucho a resaltar el sabor del platillo.
Una vez terminamos con nuestras entradas esperábamos que nuestro plato fuerte fuera muchísimo mejor que lo anterior y al menos mi plato de camarones si estaba bueno, seis camarones empanizados y rellenos con queso crema sobre un aderezo de cilantro muy bueno (de verdad era delicioso) acompañados al igual que las brochetas de arroz blanco y frituras de wonton, bañados en una salsa dulce (teriyaki talvez)el plato tenía una vista muy bonita, el sabor era bueno, nada extraordinario los camarones estaban en ese punto medio entre cocidos y un poco crudos, todo en conjunto funciono bien, aunque por el precio del platillo esperaba más cantidad de camarones en el plato.


Dicen que sobre aviso no hay engaño y aunque la descripción de la Banzai Ball era bola de arroz rellena, quiero resaltar que el relleno era minúsculo y de un sabor poco agradable, el arroz sin nada de sabor en cada cuarto de la bola estaba coronado de queso, un queso que al contacto con el exterior se endureció y se volvió algo difícil de masticar, venía acompañado de pepino y zanahoria, bañada en salsa teriyaki, este plato no nos lo pudimos comer y mi novia decidió dejar la mitad de la bola, fue muy desagradable porque realmente se veía muy buena, la presentación era de diez, pero el sabor dejo mucho que desear.


Listos para retirarnos una vez pagada la cuenta $350 propina incluida, nos detuvieron con una agradable sorpresa, nos dieron de cortesía una copa con nieve napolitana. Resumiendo puedo decir que fue una velada muy bonita, el lugar, el ambiente tranquilo, la atención del personal fue muy buena (cabe decir que iba un poco predispuesto ya que en la página de Facebook del restaurante muchas quejas se enfocaban en la mala atención que recibieron, en mi caso no fue así). Considero que si prestaran más atención a los detalles de la sazón y técnica en los platillos la experiencia seria completa. 

¿Volveré a comer aquí? Tal vez más adelante el destino me vuelva a traer, no es bueno decir que nunca volveré a un lugar, porque tal vez en la inclusión de algún platillo nuevo seré de los primeros en probar.